Mi pasión por el Mundo de las Letras la descubrí cuando estudiaba en el secundario. Tal vez siempre estuvo latente; solo hacía falta que algo o alguien lo despertara. 
Tengo muy presente quién, en ese momento, fue mi referente: mi profesora de Literatura de 5to año.  No fue prescindible un test vocacional; estaba convencida que mi vocación era la docencia, y que  quería ser Profesora de Literatura.
Tuve buenos maestros durante la carrera en la Universidad; sin embargo mis primeros mentores fueron mis alumnos (y lo son todavía) pues con ellos disfruto y me enriquezco  continuamente. 
La Literatura me permite explorar al ser humano: conocer sus pasiones y sus limitaciones (a través de los personajes). Cuando leo me siento atraída hacia el interior de un universo que pareciera no tener nada que ver con el mío, pero descubro inmediatamente que, muchas veces, es difícil la escisión entre la  ficción y la realidad. 
Me gusta innovar y proyectar de la mano de la tecnología; me gusta imaginarme en lugares y circunstancias inverosímiles. 
Quiero (y deseo) que los demás logren, aunque sea por un ratito, dejarse atrapar por este maravilloso universo llamado Literatura.